Trump evita mencionar las cifras de gasto en defensa de Japón.
La primera ministra Sanae Takaichi le dijo al presidente estadounidense Donald Trump que Japón estaba decidido a fortalecer sus capacidades de seguridad nacional y aumentar su gasto en defensa, pero el presidente no formuló exigencias especificando objetivos numéricos.
En su primera cumbre en Tokio el 28 de octubre, los dos líderes acordaron fortalecer aún más las capacidades de disuasión y respuesta de la alianza japonés-estadounidense.
Takaichi, quien asumió el cargo el 21 de octubre, dijo que quería trabajar con Trump para construir una "nueva era dorada de la alianza entre Estados Unidos y Japón".
"Somos un aliado al más alto nivel", dijo el presidente de Estados Unidos.
En la cumbre, Takaichi subrayó que Japón tomaría la iniciativa de fortalecer y aumentar el gasto en sus capacidades de defensa.
Antes de la reunión, el gobierno japonés temía que la parte estadounidense pudiera exigir objetivos específicos para el aumento del gasto en defensa.
Sin embargo, Takaichi declaró a los periodistas tras las conversaciones: "No hubo ningún intercambio con cifras en mente".
En su discurso político ante la Dieta el 24 de octubre, la Primera Ministra anunció su intención de aumentar el presupuesto de defensa al 2% del producto interno bruto durante el presente ejercicio fiscal, dos años antes de lo previsto.
También expuso su intención de revisar tres documentos clave de seguridad nacional antes de lo previsto, en vista de posibles aumentos adicionales en el gasto de defensa.
Al inicio de la reunión, Trump destacó que Japón estaba reforzando significativamente sus capacidades militares y expresó su agradecimiento por la compra por parte de Japón de equipos de defensa fabricados en Estados Unidos, como aviones de combate y misiles.
Takaichi y Trump confirmaron que Japón y Estados Unidos seguirían promoviendo la cooperación trilateral en materia de seguridad con Corea del Sur y Filipinas, así como el marco cuadrilateral que incluye a Australia e India.
Sin mencionar a China, también reafirmaron su oposición a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por la fuerza o la coerción, al tiempo que subrayaron la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
En el frente económico, los dos líderes firmaron dos documentos conjuntos: uno que confirma la aplicación rápida y sostenible del acuerdo arancelario Japón-EE. UU. y otro que establece un marco Japón-EE. UU. para garantizar el suministro de minerales esenciales y tierras raras.
Este último documento también abarca los esfuerzos para reforzar las medidas de seguridad económica en una amplia gama de áreas, incluidas tecnologías clave como la inteligencia artificial y sectores industriales como la construcción naval.
«No solo en lo que respecta a las tierras raras, sino que tanto Japón como Estados Unidos dependen demasiado de un solo país», declaró Takaichi, exministro encargado de la seguridad económica, a la prensa tras la reunión. «Trabajaremos para diversificar nuestras fuentes de suministro».
(Este artículo fue escrito por Sotaro Hata y Ryo Kiyomiya.)

