Japón es uno de los destinos turísticos más visitados del mundo y uno de los más bien valorados. Este país consiste de una fusión de arquitectura tradicional con arquitectura moderna mientras que disfrutan de la mejor tecnología, siguen conservando algunos de los edificios más antiguos del planeta.
Uno de los motivos principales de su éxito radica en ofrecer al visitante una experiencia única que no podrá hallar en ningún otro país y una cultura más que conocida que suele gustar a todos. Mucha gente acaba repitiendo su viaje a Japón porque, por muchas veces que vayas, siempre te quedará algo por ver.
Si estás pensando en viajar a Japón en algún momento, te recomendamos visitar estas atracciones que nosotros consideramos que son las siete atracciones de Japón que nadie puede perderse:
El Santuario Fushimi Inari es el santuario más antiguo e importante de todos los santuarios sintoístas de Japón. Fue fundado en el año 794 e incluye el complejo del santuario y un bosque donde se halla el sagrado Monte Inari. Sus miles de torii colocados en fila forman una de las imágenes más características y atractivas de Japón.
Está dedicado a Inari, el dios sintoísta del arroz y la prosperidad que toma el cuerpo de un zorro como se puede observar en la gran cantidad de estatuas de este animal que se encuentran dentro del complejo.
El Monte Fuji es la montaña más alta de Japón y, sin lugar a dudas, el lugar más icónico del país hasta la fecha. El cono volcánico es simétrico desde cualquier ángulo posible, convirtiéndolo en una de las mayores creaciones de la naturaleza. Mide 3.776 metros y se estima que cada año suben hasta su cima unas doscientas mil personas. La mejor época del año para visitar el Monte Fuji es entre los meses de Julio y Agosto. La montaña está situada a aproximadamente una hora en autocar del centro de Tokyo.
Conocido por ser una de las atracciones más populares de Japón por su belleza regia y tranquilidad, el Templo Kinkakuji o Pabellón Dorado está rodeado por espectaculares estanques y pinos. El templo está asociado a la secta Zen del budismo japonés y su historia empieza incluso antes del siglo XIV, sin embargo, el edificio que se puede ver hoy en día fue construido hace unos cincuenta años dado que el original fue quemado por un monje budista.
El Templo Kinkakuji está considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO y si planeas viajar a Kyoto, capital cultural de Japón, se considera de visita obligatoria.
Este lugar rinde tributo a todas las vidas perdidas durante el ataque con bomba atómica en Hiroshima el día 6 de Agosto del año 1945 al final de la Segunda Guerra Mundial. El Parque de la Paz de Hiroshima también alberga el Genbaku Dome, el único edificio próximo a la zona cero que quedó en pie tras la explosión. Dentro del parque también puede encontrarse el Museo Memorial de la Paz de Hiroshima cuya visita es muy aconsejable para indagar en ese trágico suceso que marcó la historia de Hiroshima.
El Gran Buda de Kamakura se trata de una estatua gigante de Amida Buda de 13 metros de altura. La estatua data de mediados del siglo XIII aunque la estructura original incluía un templo.
Esta gran obra se encuentra en Kamakura, uno de los destinos más populares para aquellos que desean hacer una excursión de un día por los alrededores de Tokyo donde podrás visitar algunos de los templos y santuarios más populares de Japón como el Santuario Tsurugaoka Hachimangu o el Santuario Zeniarai Benten.
El Castillo de Himeji está considerado una obra maestra de la arquitectura de los castillos japoneses. Fue fortificado para luchar contra los enemigos durante la época feudal. Es uno de los doce castillos originales de Japón que todavía conservan su estructura original y nunca han sido destruidos ni desplazados. Forma parte del patrimonio de la humanidad designado por la UNESCO.
El castillo ha sido ligeramente reconstruido a lo largo de los siglos y logró sobrevivir a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Apodado el Castillo de la Garza Blanca, está rodeado de pinos y cerezos cuya belleza llega a la cumbre durante la temporada del cerezo en flor a principios de Abril, que es cuando suele recibir más visitas.
La Torre de Tokyo es el símbolo de la ciudad de Tokyo. Fue inaugurada en el año 1958 y durante más de cincuenta años fue la estructura más alta de la ciudad. A muchos visitantes extranjeros les atrae la imagen, muy similar a la Torre Eiffel de París pero de color naranja.
Esta torre fue construida como atracción turística y torre de radiodifusión, mide 333 metros. El observatorio principal se encuentra a 150 metros de altitud y el segundo, el más recomendado por sus magníficas vistas de la ciudad, sobre todo por la noche, está a 250 metros. En días despejados puede llegar a verse el Monte Fuji, pero no es muy frecuente.
Durante tu viaje a Japón no olvides considerar la opción de comprar el Japan Rail Pass, que te servirá para poder subir al tren bala de forma mucho más económica y llevar una buena ruta bien planeada desde casa para poder aprovechar al máximo tu tiempo.