Shukubo (宿坊, Shukubō) significa Alojamiento en templos y se trata del servicio que ofrecen algunos templos de Japón los cuales proveen de alojamiento, durante la noche, a peregrinos y turistas. Es decir, que puedes dormir en un templo como si de un hotel se tratara.
Seas o no seas practicante de la religión budista, el shukubo ofrece a los viajantes la gran oportunidad de experimentar la sencillez y austeridad de los monjes budistas mientras te alojas en uno de sus templos.
Además, los visitantes suelen ser invitados a ver o participar en actividades tales como plegarias matutinas o meditación.
Solamente un pequeño número de templos de Japón ofrecen este servicio. Suelen estar cerca de destinos populares para la peregrinación como son Nagano, Kyoto, Monte Mitake y Dewa Sanzan.
Pero el destino más popular para experimentar la vida en un templo es en uno de los más de cincuenta shukubo que hay en el Monte Koyasan en el cual los monjes están acostumbrados a los turistas extranjeros e incluso las reservas pueden hacerse en inglés fácilmente.
Las reservas deben hacerse por adelantado y suelen hacerse contactando directamente con el templo a través de correo electrónico, teléfono o fax. Mientras que la mayoría de templos solo saben comunicarse en japonés, existen algunos pocos que pueden hacerlo también en inglés.
En zonas populares como el Monte Koyasan, se pueden hacer las reservas en inglés a través de asociaciones de turismo local o a través de páginas web como Booking.
Pasar la noche en un templo suele costar entre 6000¥ y 10000¥ por persona e incluye la cena y el desayuno, aunque puede ser más caro en zonas más populares como el ya mencionado Monte Koyasan. También hay templos que te ofrecen un precio reducido si quieres prescindir de la cena y el desayuno.
Algunos templos solamente aceptarán que se les haga el pago en metálico.
El alojamiento en el templo ofrece al invitado una habitación típica japonesa de suelo de tatami y puertas correderas. Los lavabos y retretes suelen ser compartidos con todos los huéspedes y, a veces, incluso con los monjes.
Hay templos que también ofrecen baños comunitarios separados por género, los cuales también se comparten con otros huéspedes y monjes.
Para dormir te proporcionarán un futon, el cual estará desplegado sobre el tatami durante la noche. También proporcionan calentadores y mesas con calefacción llamadas kotatsu en invierno.
Algunos templos que ofrecen comodidades extras igual que en un hotel como puede ser un televisor e internet WiFi, pero solo en casos excepcionales, en general no esperes encontrar estos servicios cuando te alojes en un templo.
Una de las cosas más destacables de alojarse en un templo es la comida vegetariana (shojin ryori), el cual fue desarrollado alrededor de los preceptos morales budistas los cuales prohibían tomar la vida de otros seres vivos.
Es por eso que el Shojin Ryori no lleva carne ni pescado, lo sustituyen con plantas ricas en proteínas como el tofu y el konyaku.
Normalmente, los templos, invitan a los huéspedes a participar en las plegarias matutinas las cuales empiezan a las 6am y tienen una duración de entre 30 y 60 minutos.
La ceremonia depende de la secta budista a la que profese fe ese templo y el nivel de participación de los huéspedes también variará en función a eso.
Algunos solamente te pedirán que observes en silencio mientras que otros te permitirán participar de forma más directa. Por ejemplo, dándote libros de canto para que te unas al cántico e incienso para que hagas una pequeña ofrenda en el altar.
Algunos templos también ofrecen al huésped la oportunidad de hace otras actividades, como por ejemplo meditación zazen (sentado), copiar sutras o meditar bajo una cascada.
El nivel de dificultad y orientación varía pero los templos con este tipo de servicio suelen ofrecer sesiones introductorias para aquellos que no tengan experiencia previa.