La gente que desea visitar un ryokan, normalmente lo hace buscando un lugar cómodo con una atmósfera tranquila. Los dueños de este tipo de alojamiento hacen todo lo posible para crear jardines muy bellos, baños relajantes y áreas comunes donde los huéspedes puedan olvidarse del ajetreo de la vida cotidiana. Cuando te alojes en uno, aprovecha para disfrutar de todas sus instalaciones.
En las habitaciones suele haber de todo pero, según el tipo de ryokan que escojas, es posible que necesites llevar más cosas de las que cabría esperar de un hotel normal como por ejemplo un bidé portátil, comida adicional en caso de que no te guste la cocina tradicional japonesa, un secador para el pelo y también puedes llevar plancha del pelo en el equipaje de mano en el caso de que viajes por Japón usando el servicio takkyubin.
Una de las cosas más populares que hacer en un ryokan es tomar un baño caliente y, los ryokan, suelen sentirse muy orgullosos de sus piscinas y spas. Normalmente, el agua que se usa en los baños de los ryokan, es agua originaria de fuentes termales naturales (onsen), sin embargo también se encuentran muchos ryokan con grandes piscinas de agua normal igualmente bellas.
Los baños de los ryokan suelen estar separados por género con, por lo menos, una piscina interior para cada género. Muchos ryokan ofrecen al cliente una gran variedad de piscinas interiores y exteriores, a veces incluso en lugares distintos a lo largo del complejo. Algunas veces también cuentan con baños mixtos.
Hay algunos ryokan que suelen ofrecer baños privados para parejas o familias que deseen bañarse juntos, además los baños privados son más pequeños que los baños públicos y pueden requerir reserva previa. Además, los ryokan de más nivel también pueden contar con baños de aguas termales privados en algunas de sus habitaciones.
Los clientes suelen tomar un baño antes o después de cenar o antes de desayunar. La mayoría de baños están abiertos a sus clientes durante la mañana, tarde y noche aunque también existe la variedad de baños abiertos las 24 horas.
Estos baños se identifican fácilmente por las cortinas que cuelgan en la puerta de los vestuarios. Lo más común son cortinas azules indicativos de los baños para hombres y rojas para las mujeres, aunque no es universal. También hay que tener en cuenta que algunos ryokan, normalmente alrededor de la hora de la cena, cambian el género de los baños para que todo el mundo pueda probar los distintos baños que ofrecen. El personal del ryokan debería ser quien te informe sobre las horas en las que se produce el cambio al hacer el check-in.
En las habitaciones encontrarás toallas pequeñas que deberás traer contigo a los baños. En la misma habitación y en los vestuarios también hay toallas grandes pero la que debes llevar siempre, incluso durante el baño es la pequeña. Hay ryokan que incluso permiten la entrada a gente que no se hospeda en él por unos 500-1500 yenes por persona, estos visitantes pueden alquilar o comprar toallas por no mucho dinero.
Después de bañarse, mucha gente opta por dar un agradable paseo por el jardín del ryokan o por su barrio. En algunos onsen resort de la vieja escuela como en Kinosaki, Miyajima, Kusatsu, Dogo o Shibu, es más común ver a los huéspedes por el pueblo en yukata y geta (sandalias de madera) disfrutando de su paseo, yendo a otros baños, de compras o pasando el tiempo jugando con antiguas máquinas recreativas con servicio de comida.
Para aquellos en busca de sitios menos tranquilos se recomienda visitar los ryokan más grandes, destinados especialmente para juerguistas. Los mega-ryokan son conocidos por alojar grandes grupos y eventos. Suelen incluir restaurantes, bares, karaokes, salas de juegos, espectáculos y tiendas que funcionan durante la noche.