Para visitar un templo hay que tener un comportamiento calmado y respetuoso. Muestra tu respeto haciendo una pequeña plegaria enfrente de un objeto sagrado. Para hacerlo tendrás que lanzar una moneda en la caja de ofrendas y luego hacer una rápida plegaria, no es bueno quedarse demasiado tiempo parado porque seguramente habrá más gente que quiera hacer lo mismo.
En algunos templos, los visitantes queman Osenko (incienso) en una especie de calderos gigantes. Compra un manojo, quémalos y déjalos encendidos durante unos segundos. Entonces apágalos sacudiendo la mano, pero no soplando. Finalmente clava el incienso en la arena del caldero y haz que un poco de humo del que sale vaya hacia ti con la mano, haciéndolo de esta forma se cree que tiene un poder curativo. Por ejemplo, si te duele la cabeza haz que el humo vaya hacia tu cabeza.
Antes de entrar en cualquier edificio del templo tendrás que quitarte los zapatos. Podrás dejarlos en unas taquillas que hay en la entrada, si no hay taquillas o hay demasiada gente habrá gente que trabaja en el templo que te pedirá que los pongas en una bolsa y los lleves contigo hasta que salgas. La bolsa de plástico tendrás que dejarla en una de los contenedores.
Fuera de los edificios está permitida la fotografía, pero en algunos templos está prohibido hacer fotografías dentro. Lo sabrás porque está perfectamente señalizado. Algunas personas, al no poder hacerlas lo que hacen es traer un bloc y un lápiz para dibujarlo.
Para visitar un santuario hay que tener un comportamiento calmado y respetuoso. Tradicionalmente, si estás enfermo, tienes una herida abierta o estás de luto se supone que no deberías visitar un santuario porque se consideran causas de impureza.
Cerca de la entrada del santuario encontrarás una fuente de purificación, coge uno de los cazos de madera, llénalo con el agua de la fuente que reposa (no lo llenes con el agua que sale directamente de la fuente) y lávate las mano con ella. Se coge el cazo con la mano derecha y primero se lava la mano izquierda y luego la derecha. Entonces pon un poco de agua en tu mano y póntela en la boca, enjuágate y escúpela al lado de la fuente.
No debes ponerte el agua en la boca directamente del cazo de madera ni tragártela. Como podrás comprobar una vez allí la mayoría de visitantes se saltan la parte de enjuagarse la boca o todo el ritual por completo.
En la sala de ofrendas, lanza una moneda en la caja de ofrendas, haz dos pequeñas reverencias, aplaude dos veces, haz una gran reverencia y haz una pequeña plegaria. Si hay algún tipo de gong o cuerda con cascabeles, hazlos sonar para llamar la atención del kami (Dios) del santuario.
Aunque te aconsejamos que estés atento a los carteles, en los santuarios normalmente está permitida la fotografía.