Japón da un paso hacia el progreso con una nueva ley antitabaco en Tokyo mientras se prepara para las olimpiadas de 2020.
El pasado miércoles la Asamblea Metropolitana de Tokyo aprobó una ordenanza antitabaco que es incluso más estricta que la que actualmente se estaba teniendo en consideración con la intención de crear unas olimpiadas libres de tabaco.
Esta prohibición que por ahora solo se va a acatar en la capital del país precede a la aprobación de una enmienda similar a la Ley de Promoción de la Salud que está siendo deliberada por la Dieta Nacional, el órgano máximo de poder del estado de Japón.
Esta ley cubrirá aproximadamente el 84% de los restaurantes y bares de Tokyo, en comparación con el 45% que debería haberse regido por la ley nacional.
La nueva ordenanza busca proteger la salud y el bienestar de las personas consideradas vulnerables, los niños y los empleados en particular, con una prohibición total de fumar en instalaciones públicas como jardines de infancia, guarderías y escuelas.
Aunque es más dura que la legislación nacional, la ordenanza todavía no prohibe fumar en todas las instalaciones.
Una medida menos estricta, por ejemplo, se aplicaría a instalaciones de instituciones como universidades, hospitales y oficinas gubernamentales, donde se puede fumar en áreas designadas fuera de los edificios.
Entre los sitios con regulación menos estricta están los gimnasios, hoteles y algunos restaurantes, donde solo se prohibirá fumar en el interior. Incluso en el interior, las personas podrán fumar en salas especiales habilitadas para que el humo no se propague en todo el local como pasaba hasta hace unos años en Europa hasta que se prohibió por completo el tabaco.
Fortalecer estas medidas antitabaco es un tema clave para Japón que, a pesar de ser miembro de la Organización Mundial de la Salud para el control del tabaco, no tiene una ley nacional que prohíba fumar en los espacios públicos. Un informe de la OMS de 2017 colocó a Japón en el grupo de menor nivel en términos de políticas libres de humo.
Esta ordenanza está programada para entrar en vigencia a partir de abril de 2020, unos meses antes de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Fue aprobado por mayoría aunque el Partido Liberal Democrático se opuso a la medida.
Los infractores, tanto los operadores de las instalaciones como los fumadores, recibirán una multa de hasta 50000¥.
Según la nueva ordenanza, cualquier restaurante o bar que contrate empleados tendrá dos opciones: o bien se abstendrá completamente de fumar, o establecerá una sala especia para fumadores donde no se permitirá beber ni comer.
Los locales exentos de esta regulación serán aquellos sin empleados o cuyos únicos empleados sean miembros de la familia como por ejemplo bares o izakaya. Estos podrán decidir si quieren que se fume o no.
La versión nacional, por otro lado, establece que se permitirá fumar en restaurantes y bares pequeños capitalizados en menos de 50000000¥ y con un espacio no superior a 100 metros cuadrados, lo que eximiría aproximadamente al 55% de los restaurantes.
Sin embargo, la ordenanza de Tokyo tiene vacíos legales.
Al igual que la enmienda de la Ley de Promoción de la Salud, no impone ninguna penalización al uso de cigarrillos electrónicos, ya que los efectos adversos para la salud aún no han sido probados científicamente.
Esto ha sido uno de los proyectos más promocionados de la gobernadora de Tokyo, Yuriko Koike. Koike se convirtió en la primera mujer líder de Tokyo en 2016, ganando unas elecciones en la que prometió reforzar el apoyo a mujeres y niños.