Pues planificando el viaje para pasar unos días en Osaka salió en Booking un hotel que directamente se vendía como un Love Hotel. Entonces me dio la curiosidad y vi que efectivamente se pueden reservar como cualquier hotel para pasar días completos. La verdad es que hacerlo de este modo te da la seguridad de saber que cuanto menos no duermes en la calle.
Si fuera más rollo de ir a la aventura seguramente te puedes plantear el reservar por horas una vez ya estás allí (que, especialmente, la zona al norte de Den Den Town, el barrio electrónico de Osaka, está llena de este tipo de hoteles).
Varía dependiendo del hotel, pero por norma general tienes un panel con todas las habitaciones disponibles. La eliges, pagas el tiempo que quieres pasar y te dejan caer la llave. Justamente lo "raro" que tenía al que fui yo es que te dejaban reservar por internet, aunque muchos suelen tener webs con las distintas habitaciones disponibles y sus tarifas.
En las habitaciones desde luego que no, al menos no visibles e incluso diría que no son de controlarlo mucho. La recepción del hotel suele estar vacía a no ser que toques la campanilla que sale una recepcionista como de una habitación cerrada. No te descarto que hubiera alguna cámara de seguridad oculta en alguna de las plantas pero poco mas.
En realidad hice "trampa", como íbamos con los hoteles ya pillados desde España lo reservé para 2 días, por aproximadamente unos 200€ la noche (Hotel Alps se llamaba).
Sí, todo completamente impoluto, muy en los estándares japoneses. De hecho el sitio en sí, quitando algunos adornos horteras no sabrías diferenciarlo de un hotel de gama alta.
La verdad es que esperaba una habitación con algún juguete sexual (que los había) pero me sorprendió fue por una parte lo grande que era la habitación y por otra la cantidad de "cosas" que tenía (desde un sofá de masaje, pasando por varias neveras, hasta incluso una máquina tragaperras).
Otra cosa bastante sorprendente fue el hecho de como funciona el servicio de habitaciones. Existe al lado de la puerta de la habitación una puertecilla con llave que da a una repisa que también se puede abrir desde dentro. De este modo te pueden dejar bandejas con comida y tu las recoges desde dentro sin ningún tipo de contacto humano. Como tampoco sabía como funcionaba, cuando llamaron a la puerta para avisar de que ya estaba listo abrí la puerta de la habitación para encontrarme a una japonesa que no paraba de disculparse.
Más incluso que la máquina tragaperras fue el hecho de que cerca suyo hubiera una máquina para el cambio (en plan para usarla en los distintos servicios que daba la habitación). Fue curioso lo pensado que está todo para que no tengas que dejar la habitación si no quieres.
Realmente no, había una nevera para comida y otra para todo tipo de juguetes de usar y tirar. El televisor estaba conectado a un servicio gratuito de video bajo demanda, con todo el porno que puedas imaginar e incluso una amplia colección de programas humorísticos y de entretenimiento. Muchas cosas de la habitación estaban incluidas como comodidades (desde un vibrador de los de magic wand, pañuelos o incluso un enema).
Pues la verdad es que como experiencia tiene su aquel, si alguno quiere hacerlo el poder reservarlos por internet es muy útil, y nos da a los gaijines (extranjeros) la oportunidad de experimentar esta parte más privada de la cultura japonesa.