Hablando con la gente de Kyoto todos han coincidido en que el ramen más popular de la ciudad es el del Tenkaippin (天下一品) o como lo llaman ellos, el Ten Ichi.
Aunque para mí el mejor restaurante de Ramen de Kyoto es el Menya Shichifukujin puede que sea por tener un paladar occidental. La diferencia en las preferencias en cuanto a sabores y aromas a veces son bastante notables y este es un buen ejemplo.
En esta ocasión pedí el mismo plato que pido siempre en mi otro restaurante, el Nitamago Ramen (煮卵ラーメン) o Ramen de huevo cocido. La presentación era distinta, el plato en el que se sirve es de color rojo con el nombre del restaurante escrito en él con letras negras. Este no es un restaurante común, tiene varias tiendas, en Nagoya se encuentra otra de sus cocinas.
Los ingredientes son exactamente los mismos, dos tiras de carne de cerdo, un huevo cocido partido por la mitad, puerro, brotes de bambú, fideos chinos y el caldo.
El cerdo estaba algo duro, costaba mucho cortar la carne con los dientes y dificultaba un poco poder disfrutar de la experiencia. El sabor era normal, no tenía ninguna salsa por encima, es lo primero que me puse a la boca y me hizo preguntarme si realmente ese era el mejor de la ciudad. No tenía una buena cocción, su dureza reflejaba un despiste en la cocina pero no era mala.
Los fideos eran lo mejor del plato, carnosos y finos, fueron muy generosos con la ración y cubrían la necesidad que tenemos muchos que es la de comer una gran cantidad de estos. A veces podrás encontrarte en que en otros restaurantes escasean con los fideos y sientes como si te dejasen a medias, al ser un ingrediente que no se ve al servírtelo sino que tienes que ir descubriéndolo a medida que los vas devorando algunos se aprovechan de ello.
Lo único que hacía que esos fideos no terminasen de aprovecharse fue el caldo, era muy espeso, para mi gusto incluso demasiado. El espesor era una termino medio entre la sopa del Menya Shichifukujin y un puré de verduras.
La verdura era igual que en todos los restaurantes especializados en ramen, el puerro crudo y los brotes de bambú bien hechos, no muy distintos de los que venden en el supermercado. Estos dos ingredientes suelen variar según el caldo, en este caso hacía que supiera mejor.
El huevo cocido estaba demasiado hecho, en un buen ramen el huevo tiene que estar medio hecho y que la yema no esté dura. No destacaba y lo que lo diferenciaba de un ramen normal era que habían puesto ese huevo demasiado cocido en la bañera.