La pandemia del coronavirus no podría haber llegado el peor momento para la industria turística de Japón.
La nación estaba anticipando un influjo de viajeros extranjeros con grandes gastos para los juegos de verano de Tokio 2020. Sin embargo, el espectáculo deportivo se pospuso durante un año y, aunque ahora se celebrará en julio de 2021, ninguno de los aproximadamente 1 millón de espectadores extranjeros podrán atender a este evento.
Mientras tanto, los viajes de interior se han visto en una mala situación económica por las distintas olas y nuevas infecciones que han ido llegando. Además de un tercer estado de emergencia junto a una serie de medidas restrictivas adoptadas por varias ciudades y prefecturas, lo que ha provocado un gran daño a agencias de viajes y hoteles, así como también operadores de transporte terrestre y aéreo.
Ahora, con el país luchando con una cuarta ola y nuevas cepas que son todavía más contagiosas y un lento lanzamiento de vacunas que pueden, probablemente, retrasar la recuperación de la economía en Japón durante bastantes años, el sector considerado un pilar de la estrategia de crecimiento del gobierno se pregunta cuando verá la luz al final del túnel.
Y, cuando lo haga, ¿Cómo será el panorama turístico post-pandemia?. El micro turismo, el turismo de aventura, el turismo al aire libre, las actividades laborales y el turismo sostenible se encuentran entre las palabras de moda que han aparecido durante el último año a medida que surgen nuevas tendencias de viaje en una época de distanciamiento social.
Con la prohibición de salir del país, un gran número de hoteleros y municipios han estado pidiendo a los residentes que busquen atracciones turísticas y alojamiento cerca de sus hogares como un medio para incrementar el consumo de las economías locales y minimizar el riesgo de contagio.