Japón es un país fascinante, lleno de contrastes y sorpresas. Su cultura, su historia, su arte y su gastronomía son únicos y admirados en todo el mundo. Pero hay un aspecto de la vida japonesa que quizás no sea tan conocido, y que sin embargo tiene una gran importancia y belleza: el uso de las alfombras en Japón.
Las alfombras son esas piezas de tela que cubren el suelo y que pueden tener diferentes formas, colores y diseños. Las alfombras no solo sirven para decorar y proteger el suelo, sino que también tienen un valor simbólico, social y emocional. Las alfombras reflejan la personalidad, el gusto y el estilo de vida de las personas que las usan.
La respuesta corta es: depende. La respuesta larga es: depende de la zona, la época del año y el tipo de casa. Os explico: en Japón hay una gran variedad de climas, desde el frío de Hokkaido hasta el calor de Okinawa. Por eso, el uso de las alfombras varía según la temperatura y la humedad. En general, las alfombras se usan más en las zonas frías y secas, para mantener el calor y evitar el contacto directo con el suelo. En las zonas cálidas y húmedas, las alfombras se usan menos, para evitar el moho y los ácaros aunque sí las Alfombras diseño, sobre todo en hogares con una calidad de vida alta o muy alta.
Otro factor que influye en el uso de las alfombras es la época del año. En invierno, las alfombras son más comunes, sobre todo las que tienen un sistema de calefacción incorporado, llamadas kotatsu. Estas alfombras se colocan sobre una mesa baja, y debajo hay una fuente de calor eléctrica o de carbón. Los japoneses se sientan alrededor de la mesa, y se cubren con una manta que va por encima de la alfombra, en este caso no suele ser Alfombras de diseño. Así, pueden estar calentitos y cómodos mientras comen, beben, leen o ven la tele. Os aseguro que es una sensación muy agradable, aunque también muy adictiva. Una vez que entras en el kotatsu, no quieres salir.
En verano, las alfombras se cambian por unas más ligeras y frescas, llamadas goza. Estas alfombras están hechas de paja de arroz trenzada, y tienen un tacto suave y natural. Las goza se usan tanto en el interior como en el exterior de las casas, y se pueden enrollar y guardar fácilmente. Además, tienen un efecto refrescante, ya que absorben la humedad y liberan un aroma agradable. Os recomiendo que probéis a dormir sobre una goza en una noche de verano, con la brisa entrando por la ventana. Es una experiencia muy relajante, aunque también muy ruidosa. Los grillos no paran de cantar.
El último factor que determina el uso de las alfombras es el tipo de casa. En Japón hay dos tipos principales de casas: las tradicionales y las modernas. Las casas tradicionales se caracterizan por tener el suelo de madera o de tatami, que es una especie de alfombra hecha de paja de arroz prensada. El tatami tiene unas medidas estándar, y se usa como unidad de medida para el tamaño de las habitaciones. Por ejemplo, una habitación de seis tatamis mide unos nueve metros cuadrados. El tatami tiene un color verde claro, y se renueva cada cierto tiempo. Sobre el tatami no se usan zapatos, sino calcetines o zapatillas especiales. Tampoco se usan muebles pesados, sino cojines, mesas bajas y futones, que son unos colchones que se extienden por la noche y se guardan por el día. El tatami es muy cómodo y acogedor, pero también muy delicado. Hay que tener cuidado de no mancharlo, mojarlo o rasgarlo.
Las casas modernas, en cambio, tienen el suelo de cemento, madera o parqué, y se parecen más a las casas occidentales. En estas casas, se usan más las alfombras, sobre todo las de estilo occidental, que son más gruesas y mullidas. Estas alfombras se usan para dar un toque de color y calidez a las habitaciones, y para proteger el suelo de arañazos y golpes. Sobre estas alfombras se pueden usar zapatos, aunque muchos japoneses prefieren quitárselos al entrar en casa. También se pueden usar muebles más grandes y pesados, como sofás, camas y armarios. Estas alfombras son más fáciles de limpiar y cambiar, pero también más caras y menos ecológicas.
Como habéis visto, el tipo de alfombra que se usa en Japón depende de muchos factores, pero también hay algunos tipos de alfombras que son más populares y representativos de la cultura japonesa. Os voy a hablar de algunos de ellos:
- Furoshiki: El furoshiki es un paño cuadrado de tela, que se usa para envolver y transportar objetos de diferentes formas y tamaños. El furoshiki se puede usar como una bolsa, una mochila, una cesta o una bandolera, y se puede adaptar al contenido que se quiera llevar. El furoshiki también se puede usar como una alfombra, extendiéndolo sobre el suelo y colocando objetos encima. El furoshiki tiene unos diseños muy bonitos y variados, que pueden ser geométricos, florales, animales o abstractos. El furoshiki es muy práctico y versátil, y se considera un símbolo de la creatividad y la ecología japonesas.
- Noren: El noren es una cortina de tela, que se cuelga en la entrada de las casas, los comercios o los restaurantes. El noren sirve para separar los ambientes, proteger del sol, del viento o de la lluvia, y dar la bienvenida a los visitantes. El noren suele tener el nombre, el logo o el lema del establecimiento, y se puede reconocer el tipo de negocio por el color o el diseño del noren. Por ejemplo, un noren azul con un pez significa que es una pescadería, y un noren rojo con un cuenco significa que es un restaurante de ramen. El noren también se puede usar como una alfombra, colocándolo sobre el suelo y sentándose encima. El noren tiene un aspecto muy tradicional y elegante, y se considera un símbolo de la hospitalidad y la identidad japonesas.
- Zabuton: El zabuton es un cojín de tela, que se usa para sentarse sobre el suelo o sobre una silla. El zabuton tiene un relleno de algodón, plumas o espuma, y tiene una forma cuadrada o rectangular. El zabuton se usa para hacer más cómoda la postura de sentarse con las piernas cruzadas, que es la más habitual en Japón. El zabuton también se usa para mostrar el rango o el respeto de las personas, según el tamaño, el color o el número de cojines que se les asigna. Por ejemplo, en una ceremonia del té, el anfitrión se sienta sobre un zabuton más grande y más decorado que los invitados. El zabuton también se puede usar como una alfombra, juntando varios cojines y creando una superficie mullida y acolchada. El zabuton tiene un aspecto muy simple y funcional, y se considera un símbolo de la comodidad y la armonía japonesas.
Estos son solo algunos ejemplos de las alfombras que se usan en Japón, pero hay muchos más. Os invito a que exploréis este fascinante mundo textil, y que descubráis las historias y los significados que se esconden detrás de cada alfombra. Seguro que os sorprendéis y os divertís.