Todos hemos oído hablar sobre cómo de seguro es Japón, pero a no ser que hayas vivido allí puede que no entiendas realmente su significado y el por qué es considerado uno de los países más seguros del mundo.
Los menos entendidos pueden creer que la seguridad de Japón pueda haber sido forjada a través de una sociedad rígida que no permite la libertad de expresión, que los japoneses están tan ocupados trabajando que no tienen tiempo para el crimen o que el gobierno da castigos demasiado severos para cosas en las que en otros países no les daríamos tanta importancia. En realidad ninguna de estas cosas es cierta.
Lo que hace Japón mejor que cualquier otro país es poner un gran empeño para prevenir el crimen. La seguridad para sus ciudadanos es primordial, a continuación te dejo una lista de las cosas que ayudan a que este país fuera tan seguro.
Japón es uno de los países con más control de inmigración del mundo, poder vivir en este país es difícil para un extranjero, las leyes de inmigración son muy estrictas. Al no tener unas fronteras tan abiertas como en los países europeos se aseguran de que su cultura quede preservada sin ser alterada por las demás.
Hay muchos famosos norteamericanos a los que les ha sido denegada la entrada al país por haber tenido un historial delictivo relacionado con las drogas. En Japón un famoso es alguien que debe tener una conducta modélica y por eso no hay tolerancia delante las drogas. Aunque se predica que cada uno haga lo que quiera, consumir drogas está considerado como una decisión pobre y de falta de educación. Todavía se considera un tabú hablar de ellas.
No está permitido conducir después de beber, en España existe un máximo con el que se puede conducir. En cambio en Japón el máximo es igual que el mínimo, 0. Recomiendan que después de beber, aunque solo haya sido una copa se coja un taxi para volver a casa o que llames a un daikou, es un servicio de taxi especializado en el que una persona conduce tu coche hasta tu casa contigo de copiloto.
Los cajeros o ATM en Japón se encuentran todos dentro de los edificios, ya sean centros comerciales, supermercados o conbini (pequeños supermercados abiertos las 24 horas). A diferencia de otros países en los que normalmente están colocados en la calle sin vigilancia. Al tener todos los cajeros vigilados los japoneses ni se les pasa por la cabeza la idea de atracar a nadie.
En Japón nunca vas a encontrar a alguien trabajando solo en una tienda. Al tener siempre dos trabajadores en las tiendas hacen que los atracos sean mucho más complicados, en el caso de que veas que solo hay un trabajador ten por seguro que hay otro en la trastienda. Por un lado a la tienda les cuesta más dinero pero por otro lado asegura la seguridad de los empleados, además de poder dar más trabajo a los ciudadanos.
En cada barrio encontrarás un koban, un pequeño edificio de la policía que a veces es simplemente una habitación con una mesa y un par de sillas. Gracias a ellos los vecinos pueden tener a la policía al lado de casa y que estos actúen inmediatamente en caso de tener algún problema o vean algún acto sospechoso.
Gracias a las leyes de urbanismo una misma área puede tener múltiples usos. Por ejemplo, al lado de una casa unifamiliar puede encontrarse una tienda abierta 24 horas. Poner un negocio en el barrio puede producir cierto grado de ruido pero al estar rodeados de familias los disuaden de cualquier actividad delictiva. Al estar constantemente observados tienen que ir con mucho cuidado.
En cualquier parking en España verás que hay una persona trabajando en la parte de las barreras y posiblemente otra vigilando las cámaras de seguridad. En Japón hay mucha gente trabajando en un parking, ya sea indicando dónde tienes que aparcar o vigilando presencialmente la zona para evitar robos.
En los bancos podrás encontrar a gente retirada o como empleados de media jornada, estas personas están contratadas para dar la bienvenida a los clientes, ayudarlos si tienen algún problema en el cajero y, además, para señalar cualquier actividad sospechosa.
No son legales en Japón, tienen tolerancia cero con las armas y simplemente por el hecho de poseer una vas a ir a la cárcel. En este tipo de cosas no se aceptan bromas de ningún tipo y son muy estrictos. No hay ningún motivo para necesitar un arma en Japón y todo el mundo está de acuerdo con ello.